Solicitan Incluir Cotuí Agenda Turística
COTUÍ, Sánchez Ramírez.- Los comercios ubicados en el trayecto a la zona turística de la presa de Hatillo no son lo que fueron antes. Le falta el calor de los visitantes y que las autoridades del Ministerio de Turismo pongan el foco en esa área de riqueza natural.
Ana María Beltrán es propietaria del restaurant La Presita. Sentada, y a su lado unos asientos vacíos, rememora que en los tiempos anteriores al deterioro de la carretera de acceso a la presa, a su negocio acudía bastante gente. “Ahora la vía de comunicación fue reparada, está en buenas condiciones, pero ninguna autoridad ha hecho el anuncio de eso”, lamenta Ana María, mientras voltea la vista a un extremo delestablecimiento, construido con un aspecto típico llamativo.
“Hace falta publicidad, que se venda este lugar y que las autoridades del Ministerio de Turismo asuman su responsabilidad. Hay que promover toda la riqueza que tiene este pueblo para que la gente venga”, sostiene la comerciante, mientras conversa con periodistas de El Caribe.
“No tenemos en Cotuí una mano amiga que nos diga la parte que tenemos que cubrir los comerciantes y qué harán ellos para que las cosas caminen bien”, agrega, sin zafarse un instante del tema.
Recuerda que en días buenos el negocio lucía repleto de personas. Ahora, según sus números, la actividad comercial ha bajado en promedio un 80%. “Eso de ninguna manera tiene que ver con el servicio, pues este sigue siendo bueno en nuestros negocios”, aclara.
En el trayecto hacia la presa de Hatillo existen entre siete y ocho restaurantes de comida. Los dueños de esos establecimientos piden la intervención de la oficina de Turismo en la provincia Sánchez Ramírez, porque desde sus puntos de vista esta “no ha dado ningún fruto”.
“A la oficina, ubicada en la avenida Mella, no va ni el encargado, el doctor Concésar Hernández, ni su secretaria. El local siempre está cerrado”, según Ana María Beltrán y Raúl Fernández, este último ligado desde los años 90 a las actividades recreativas en las aguas de la presa de Hatillo.
El restaurant La Presita vendía entre dos y tres quintales de trucha cocida en un mes, cuando las condiciones eran distintas. “Ya no viene la misma cantidad de público que antes”, dice su dueña.
“Cuando Turismo nombró el encargado de Cotuí, este nos dijo que iniciáramos nuestro proyecto, porque tendríamos el apoyo de esa oficina, incluyendo una ayuda en la publicidad. Nos ofreció de todo. Yo hice un lío económico para poner mi negocio bien, luego no encontraba qué hacer”, apunta la propietaria de La Presita.
Mientras, José Amparo, del Parador Rosa María, asegura que “si el Gobierno no hace las inversiones requeridas para reactivar esta zona, entonces el lugar será turístico solo de nombre”.
El comerciante plantea como fórmula una integración Gobierno central-autoridades locales, de suerte que “las cosas” funcionen como requieren las circunstancias actuales.
Amparo sugiere que se realicen –como ocurría siete u ocho años antes- actividades deportivas para atraer visitantes y de paso producir un efecto dominó en materia comercial. De manera concreta, se refiere a eventos como competencias de ciclismo, que constituían un gran acontecimiento cuando se realizaban.
A esa actividad se movían vendedores informales no sólo de Cotuí, sino de otros municipios de la provincia Sánchez Ramírez, como Fantino y La Mata, entre otros. Los visitantes procedían, además de las localidades cercanas- de puntos distantes comoSanto Domingo.
Los restaurantes de las inmediaciones de la presa de Hatillo tienen dos elementos en común: Su plato principal es la trucha de agua dulce y prácticamente todos padecen el mal de la falta de agua en las tuberías de la zona. “Por aquí ese líquido nunca llega, comentaron varios dueños de negocios”.
Tienen un viejo pedido para el síndico
Al alcalde de Cotuí, Rafael Molina Lluberes, los comerciantes de los alrededores de la presa de Hatillo le han pedido en diversas ocasiones y por mucho tiempo disponer que cuatro policías municipales visiten la zona los fines de semana para garantizar la seguridad y generar confianza en los visitantes, pero todavía esperan esos agentes.
De otro lado, Cotuí tiene un clúster turístico, pero las confrontaciones internas y la infuncionalidad de este lo mantiene inoperante, de acuerdo a denuncias de algunos de sus integrantes.
El municipio de Cotuí fue fundado en el año 1505. Hasta el año 2002, según el Censo Nacional de Población y Vivienda realizado en esa fecha, tiene 74,056 habitantes.
De esa cantidad, 37,745 son hombres y 36,311 mujeres. La población urbana tiene 42,115 habitantes. Su gentilicio es cotuisano (a). Cotuí está ubicado en el Cibao oriental y tiene una superficie de 619,88 kilómetros cuadrados.
Involucrados en la actividad:
Ana María Beltrán, Dueña de negocio:
“Antes no había que esperar fin de semana para ver gente en nuestros negocios. Queremos ver el accionar de nuestras autoridades para que el comercio en la zona se dinamice. Tenemos buena comida y una alta riqueza natural, solo nos falta el apoyo”.
José Amparo, Comerciante
“Al público que visita los negocios del trayecto de la presa de Hatillo le ofrecemos una buena bienvenida, el calor humano de nuestra gente, la tranquilidad dellugar y el plato de la trucha, que es una comida que identifica al cotuisano”.
Fuente: Elcaribe.com.do
Ana María Beltrán es propietaria del restaurant La Presita. Sentada, y a su lado unos asientos vacíos, rememora que en los tiempos anteriores al deterioro de la carretera de acceso a la presa, a su negocio acudía bastante gente. “Ahora la vía de comunicación fue reparada, está en buenas condiciones, pero ninguna autoridad ha hecho el anuncio de eso”, lamenta Ana María, mientras voltea la vista a un extremo delestablecimiento, construido con un aspecto típico llamativo.
“Hace falta publicidad, que se venda este lugar y que las autoridades del Ministerio de Turismo asuman su responsabilidad. Hay que promover toda la riqueza que tiene este pueblo para que la gente venga”, sostiene la comerciante, mientras conversa con periodistas de El Caribe.
“No tenemos en Cotuí una mano amiga que nos diga la parte que tenemos que cubrir los comerciantes y qué harán ellos para que las cosas caminen bien”, agrega, sin zafarse un instante del tema.
Recuerda que en días buenos el negocio lucía repleto de personas. Ahora, según sus números, la actividad comercial ha bajado en promedio un 80%. “Eso de ninguna manera tiene que ver con el servicio, pues este sigue siendo bueno en nuestros negocios”, aclara.
En el trayecto hacia la presa de Hatillo existen entre siete y ocho restaurantes de comida. Los dueños de esos establecimientos piden la intervención de la oficina de Turismo en la provincia Sánchez Ramírez, porque desde sus puntos de vista esta “no ha dado ningún fruto”.
“A la oficina, ubicada en la avenida Mella, no va ni el encargado, el doctor Concésar Hernández, ni su secretaria. El local siempre está cerrado”, según Ana María Beltrán y Raúl Fernández, este último ligado desde los años 90 a las actividades recreativas en las aguas de la presa de Hatillo.
El restaurant La Presita vendía entre dos y tres quintales de trucha cocida en un mes, cuando las condiciones eran distintas. “Ya no viene la misma cantidad de público que antes”, dice su dueña.
“Cuando Turismo nombró el encargado de Cotuí, este nos dijo que iniciáramos nuestro proyecto, porque tendríamos el apoyo de esa oficina, incluyendo una ayuda en la publicidad. Nos ofreció de todo. Yo hice un lío económico para poner mi negocio bien, luego no encontraba qué hacer”, apunta la propietaria de La Presita.
Mientras, José Amparo, del Parador Rosa María, asegura que “si el Gobierno no hace las inversiones requeridas para reactivar esta zona, entonces el lugar será turístico solo de nombre”.
El comerciante plantea como fórmula una integración Gobierno central-autoridades locales, de suerte que “las cosas” funcionen como requieren las circunstancias actuales.
Amparo sugiere que se realicen –como ocurría siete u ocho años antes- actividades deportivas para atraer visitantes y de paso producir un efecto dominó en materia comercial. De manera concreta, se refiere a eventos como competencias de ciclismo, que constituían un gran acontecimiento cuando se realizaban.
A esa actividad se movían vendedores informales no sólo de Cotuí, sino de otros municipios de la provincia Sánchez Ramírez, como Fantino y La Mata, entre otros. Los visitantes procedían, además de las localidades cercanas- de puntos distantes comoSanto Domingo.
Los restaurantes de las inmediaciones de la presa de Hatillo tienen dos elementos en común: Su plato principal es la trucha de agua dulce y prácticamente todos padecen el mal de la falta de agua en las tuberías de la zona. “Por aquí ese líquido nunca llega, comentaron varios dueños de negocios”.
Tienen un viejo pedido para el síndico
Al alcalde de Cotuí, Rafael Molina Lluberes, los comerciantes de los alrededores de la presa de Hatillo le han pedido en diversas ocasiones y por mucho tiempo disponer que cuatro policías municipales visiten la zona los fines de semana para garantizar la seguridad y generar confianza en los visitantes, pero todavía esperan esos agentes.
De otro lado, Cotuí tiene un clúster turístico, pero las confrontaciones internas y la infuncionalidad de este lo mantiene inoperante, de acuerdo a denuncias de algunos de sus integrantes.
El municipio de Cotuí fue fundado en el año 1505. Hasta el año 2002, según el Censo Nacional de Población y Vivienda realizado en esa fecha, tiene 74,056 habitantes.
De esa cantidad, 37,745 son hombres y 36,311 mujeres. La población urbana tiene 42,115 habitantes. Su gentilicio es cotuisano (a). Cotuí está ubicado en el Cibao oriental y tiene una superficie de 619,88 kilómetros cuadrados.
Involucrados en la actividad:
Ana María Beltrán, Dueña de negocio:
“Antes no había que esperar fin de semana para ver gente en nuestros negocios. Queremos ver el accionar de nuestras autoridades para que el comercio en la zona se dinamice. Tenemos buena comida y una alta riqueza natural, solo nos falta el apoyo”.
José Amparo, Comerciante
“Al público que visita los negocios del trayecto de la presa de Hatillo le ofrecemos una buena bienvenida, el calor humano de nuestra gente, la tranquilidad dellugar y el plato de la trucha, que es una comida que identifica al cotuisano”.
Fuente: Elcaribe.com.do
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