Niño Casi Pierde Mano
Con Máquina de Soldar ¨Aterrizada¨
El pequeño Cristopher, observaba el trabajo de su padre en el pequeño taller, en la comunidad de Rincón, La Vega, cuando a su padre le llegó la brillante idea de ¨ponerlo a hacer algo¨ y le ordenó mover la máquina de soldar, que en esos momentos se encontraba conectada y encendida, mientras soldaba una puerta. La electricidad estaba por todas partes, la máquina soldadora estaba aterrizada; tanto su padre como el mismo Cristopher ignoraban el peligro que le acechaba y el desenlace de una situación simple, convertida en un infierno.
El niño, no pensó en la fuerza de la electricidad esparcida entre la máquina, los cables y su propio cuerpo que ahora se convertiría en puente traductor de electricidad. Sujeta la máquina para trasladarla más cerca y en ese mismo momento se acercó a la muerte. Su mano diestra, por acción de la electricidad, se aferró al hierro y con las pocas fuerzas que le quedaban pudo despegarse por sí mismo de esa atracción fatal.
Lo llevaron al hospital de niños en la ciudad de Santiago, donde ha recibido atención desde entonces. Espera otras operaciones con tal de restablecer el movimiento en sus dedos.
Cristopher es derecho, ahora con su manita mutilada no puede asistir a la escuela; no puede escribir y deambula decenas de kilómetros diariamente para ¨buscarse algo de dinero¨. Con su limpiabotas a cuesta, explica a sus futuros clientes, el por qué deben limpiar con él. Muestra su mutilada mano y explica lo sucedido. Sigue confiado en lo que le han dicho, que su mano volverá a la normalidad.
El niño, no pensó en la fuerza de la electricidad esparcida entre la máquina, los cables y su propio cuerpo que ahora se convertiría en puente traductor de electricidad. Sujeta la máquina para trasladarla más cerca y en ese mismo momento se acercó a la muerte. Su mano diestra, por acción de la electricidad, se aferró al hierro y con las pocas fuerzas que le quedaban pudo despegarse por sí mismo de esa atracción fatal.
Lo llevaron al hospital de niños en la ciudad de Santiago, donde ha recibido atención desde entonces. Espera otras operaciones con tal de restablecer el movimiento en sus dedos.
Cristopher es derecho, ahora con su manita mutilada no puede asistir a la escuela; no puede escribir y deambula decenas de kilómetros diariamente para ¨buscarse algo de dinero¨. Con su limpiabotas a cuesta, explica a sus futuros clientes, el por qué deben limpiar con él. Muestra su mutilada mano y explica lo sucedido. Sigue confiado en lo que le han dicho, que su mano volverá a la normalidad.
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