La Solución Al Desayuno Escolar
HAY QUE ACABAR CON EL CIRCO
....Cuando yo estudiaba era diferente. Siempre se nos dio el desayuno escolar, en los años del Dr. Balaguer. Recuerdo esa marifinga que se quedaba pegada en el plato, con sabor a harina ahumada; y cómo olvidar el trigo que nos daban con sabor a arenque, nos dejaba las manos aceitosas por toda la mañana. El Chele del moro, todos los días. Un moro sabroso. Y cuando nos iba mejor, venía Merena con un cubo de arepas de maíz y pasaba esa loma, fila por fila; nosotros tomábamos dos a mano pela`, nos chupábamos los dedos. NUNCA SE INTOXICÓ NADIE.
Fantino.- Los medios de comunicación a nivel nacional han hecho un show de las nauseas y mareos de los niños pobres que estudian en las escuelas públicas. Llegan como abejas con sus corbaticas en la mano y el micrófono estirado, haciendo las mismas preguntas; aun sabiendo que la respuesta no la tienen en los barrios ni en los campos.
Visitan el hospital, el centro educativo, la casa del director, de la profesora de turno y la de los padres de los niños afectados.
Los dueños de medios llaman a las empresas distribuidoras. Melanio hace una rueda de prensa y dice lo que sea. Esa noticia se multiplica, la oposición dice que es mentira y los del gobierno dicen que es verdad.
Cambian las distribuidoras, le bajan el porciento a la leche, la cambian por jugo y siempre termina en alarma.
Cuando yo estudiaba era diferente. Siempre se nos dio el desayuno escolar, en los años del Dr. Balaguer. Recuerdo esa marifinga que se quedaba pegada en el plato, con sabor a harina ahumada; y cómo olvidar el trigo que nos daban con sabor a arenque, nos dejaba las manos aceitosas por toda la mañana. El Chele del moro, todos los días. Un moro sabroso. Y cuando nos iba mejor, venía Merena con un cubo de arepas de maíz y pasaba esa loma, fila por fila; nosotros tomábamos dos a mano pela`, nos chupábamos los dedos.
Ahora nooooo, ahora todo viene en plástico, con mucho cuidado, chequeo de todo y sin embargo no funciona.
Vamos a encender los fogones en las escuelas. A comer trigo, moro y arepas otra vez. Agreguémosle espaguetis, carne, plátano, huevo.
Esos millones hay que dárselos a docenas de mujeres que la cocinen con la responsabilidad de la dirección de cada escuela y olvidemos esas empresas grandes que se lo quieren chupar todo.
Precisamente esa competencia que existe entre ellas es la posiblemente produzca esos sabotajes de que se habla tanto y que tienen los niños entre el hambre, las nauseas y el asedio de un periodismo, corriendo en los barrios y campos dominicanos.
Hasta donde sabemos el MORO, MARIFINGA Y LAS AREMAS SE DABA SIN SUBSIDIO, solamente con el llamado CHELE DEL MORO.
Visitan el hospital, el centro educativo, la casa del director, de la profesora de turno y la de los padres de los niños afectados.
Los dueños de medios llaman a las empresas distribuidoras. Melanio hace una rueda de prensa y dice lo que sea. Esa noticia se multiplica, la oposición dice que es mentira y los del gobierno dicen que es verdad.
Cambian las distribuidoras, le bajan el porciento a la leche, la cambian por jugo y siempre termina en alarma.
Cuando yo estudiaba era diferente. Siempre se nos dio el desayuno escolar, en los años del Dr. Balaguer. Recuerdo esa marifinga que se quedaba pegada en el plato, con sabor a harina ahumada; y cómo olvidar el trigo que nos daban con sabor a arenque, nos dejaba las manos aceitosas por toda la mañana. El Chele del moro, todos los días. Un moro sabroso. Y cuando nos iba mejor, venía Merena con un cubo de arepas de maíz y pasaba esa loma, fila por fila; nosotros tomábamos dos a mano pela`, nos chupábamos los dedos.
Ahora nooooo, ahora todo viene en plástico, con mucho cuidado, chequeo de todo y sin embargo no funciona.
Vamos a encender los fogones en las escuelas. A comer trigo, moro y arepas otra vez. Agreguémosle espaguetis, carne, plátano, huevo.
Esos millones hay que dárselos a docenas de mujeres que la cocinen con la responsabilidad de la dirección de cada escuela y olvidemos esas empresas grandes que se lo quieren chupar todo.
Precisamente esa competencia que existe entre ellas es la posiblemente produzca esos sabotajes de que se habla tanto y que tienen los niños entre el hambre, las nauseas y el asedio de un periodismo, corriendo en los barrios y campos dominicanos.
Hasta donde sabemos el MORO, MARIFINGA Y LAS AREMAS SE DABA SIN SUBSIDIO, solamente con el llamado CHELE DEL MORO.
1 comentarios:
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