Estamos acostumbrados a ver las personas indigentes, seguidas por un sin número de perros; calle arriba y calle abajo, que duermen donde ellos descansan; comen de la misma comida estrujada, encontrada en los zafacones; aguantan los relajos de los tígueres y hasta las mismas piedras se le pegan.
Esto no debe ser normal, debe haber un misterio, para la naturaleza animal confíe tanto en las personas que vagan cada día por las plazas públicas de las ciudades.
¿Cuál será la razón real, para que estos animales domésticos sigan a las personas que deambulan, más fácil que a las personas ¨normales¨?.
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