Siempre hemos creído que los juguetes son para jugar, pero los juguetes educativos no se venden. Sino, las benditas pistolas lanza bolitas plásticas.
Ayer, Fantino parecía un campo de batalla, con los niños dividiéndose en bandas, grupo contra grupo, hasta que se acaben las municiones.
Se ponen su gorra pa´trá, lentes y le dan rienda suelta a la imaginación.
Anoche estando sentado en la casa de un amigo pasó un niño con una ametralladora de bolitas y nos ¨rució¨ con una ráfaga de esos perdigones amarillos. Por suerte de la vida, nadie salió lesionado, pero esas bolitas anduvieron hasta los aposentos dando saltos.
¿Y a quién se le habría ocurrido la idea de vender juguetes tan peligrosos? Eso no tiene madre.
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