La Esperanza

Un Artículo Extraordinario

Que tal mis dilectos lectores!, espero que me estén acompañando cada semana con estas reflexiones que con todo el respeto hacemos a todos, no aspirando en ningún modo a que estén de acuerdo en mis criterios. De hecho, me sería grato que surgieran discrepancias y se motiven a refutar argumentos y conceptos, escribiendo a este mismo medio o a mi correo, con mucho gusto trataré de acoger sus puntos de vista.

Quisiera remontar en el recuerdo a los años de mi adolescencia (¿los otros días?), un evento de salud que me aconteció presintiendo mi madre lo peor, acudió conmigo al Hospital Dr. Heriberto Pieter (el oncológico de la UASD) y cuando íbamos a entrar al centro, observe en el frontispicio una tarja con la siguiente leyenda: “A vosotros que aquí entráis os recibe la esperanza”. Esta frase se quedó grabada en mi memoria, valorando la importancia que es para una persona enferma o en una situación difícil, que le llegue un aire de esperanza al corazón.

No sé si estoy equivocado, pero a pesar de los presagios, y de que siempre se está anunciando una hecatombe, de que la gente acostumbra a decir que la cosa esta mala, no obstante esto, en lo más recóndito aparece la esperanza en mejorar. Fíjense en el relato del Oncológico, la moraleja es que usted debe ir al lugar en donde se ofrece la esperanza y sobre todo usted debe entrar.

Cada persona tiene una esperanza diferente, también cada persona es un mundo particular. El que está enfermo busca la salud en un hospital, el que está desempleado busca el trabajo en una empresa en donde pueda haber una vacante, el comerciante busca tener ventas cada vez mayores, el enamorado espera que su dulcinea le corresponda, el banquero espera captar nuevos clientes, el estudiante espera aprobar su curso, el deportista espera ser el más destacado, etc.. Es decir la esperanza es en realidad lo que nos mueve cada día.

Las sagradas escrituras se refieren a la esperanza como una de las tres (3) virtudes teologales que debemos procurar. La primera es la fe, una persona que no tiene fe, esta carente de la principal virtud para acercarnos a nuestro padre celestial. El amor a Dios es lo que nos impulsa a hacer el bien, puesto que si usted no ama a su prójimo que está viendo, como dice que ama a Dios, que no puede ver? Note usted que la gente vive aspirando a ocupar posiciones, a ser una persona importante, a tener mucho dinero, etc… esa aspiración permanente es la esperanza que tenemos en el trabajo que realizamos con denuedo. En mi caso aspiro a que ustedes procuren cruzar ese umbral y que les reciba cada día la esperanza que permita solucionar esa situación que le perturba cada día, cada mes o cada año!.

ramdelarosa@yahoo.com

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