¡Que Suerte!
El primo de un amigo mío, tuvo la mala suerte de no ver un cable (posiblemente telefónico) que cruzaba la calle en el preciso momento en que se trasladaba en su moto, lo que ocasinó un accidente lamentable. Llevado a un lugar de asistencia en Cotuí, deciden transferirlo al Traumatológico Prof. Juan Bosch del Pino y buscan la asistencia de una ambulancia privada (propiedad de un político) que asiste los accidentados en Cotuí. Lo primero es que no tenía combustible y el joven en coma; arreglado ese impasse, cruzando por Jima Abajo, a unos pocos kilómetros del Hospital, se le pincha un neumático. Adivinen !!!! no tenía goma de repuesta y el joven se debatía entre la vida y la muerte. Con el auxilio de la Cruz Roja de Jima, lo trasladan al lugar de asistencia. Todavía en el momento de escribir esta nota, no sabemos cual sería la suerte de un joven valioso.
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