Las Botas De Un Hombre
El Pequeño Erobi, Residente En Los Alrededores De La Presa De Hatillo y La Margen Del Río Que Vemos En La Primera Foto, Ha Tenido Que Colocarse Las Botas De Un Hombre y Tensar Sus Débiles Manos Con Termos y Garrafones, Recorriendo Distancia Para Encontrar El Agua Que Lo Deje Sobrevivir Junto A Su Familia.
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