La Vida y la Muerte








Hoy quisiera reflexionar sobre un acontecimiento que en los últimos días ha estado gravitando en la opinión pública a nivel nacional y ha dejado un hondo pesar en otros países. Se trata de la muerte de un presidente en ejercicio, cuyo deceso ha deprimido tanto a los pueblos sobre todo de América. Es que este gobernante utilizo una política solidaria en relación a un producto que es crucial para la economía de nuestros pueblos y concedió facilidades crediticias que favorecieron la estabilidad financiera.

Me refiero claro está a la actitud de colaboración con los problemas de otros países, porque internamente en su país aplicó una política que no tenemos por qué evaluar, porque es competencia exclusiva de esos ciudadanos y de la oposición política, ponderar las acciones positivas y las negativas. No negamos que utilizó estas políticas como forma de difundir el socialismo y combatir el capitalismo, a lo que evidentemente tenía derecho.

El gobernante murió a la edad de 58 años de un cáncer que se le detecto en la zona pélvica. Me viene a la memoria otro caso similar el de, el Brasileiro Tancredo Neves que a la edad de 75 años habiendo ganado las elecciones en el 1985 en ese país, no pudo tomar posesión y murió. Realmente la muerte de una persona de gran arraigo social y político, provoca un pesar colectivo y uno tiende hasta a sentir algún complejo de culpa si por alguna razón hubo desacuerdos con alguna decisión que este tomara. Se dice que sus últimas palabras fueron “No me dejen morir”, parecidas a las del presidente Tancredo Neves que dijo en sus últimas horas “Yo no merecía esto”.

En honor a la verdad, humanamente no queremos irnos de este mundo, porque esta vida es maravillosa, diríamos que ha sido un tremendo invento de Dios, pero no depende de nuestros deseos, ni que un Estado por fuerte que sea, por adinerada que sea la familia o la persona, pueda detener a la muerte cuando se presenta. Fíjense aun los desamparados de la fortuna, aquellas personas que aparentemente han venido al mundo a pasar hambre y trabajo, aunque aparente contradictorio no se quieren morir. Está la anécdota del leñador que se encontraba solo en una colina cortando un grueso árbol con un hacha y luego de un arduo trabajo dando hachazos, se detuvo a tomar un breve descanso y dio inicio al siguiente monologo: Dijo “Pero para qué es que yo vine a este mundo, mírame como estoy pasando trabajos, ojala viniera la muerte y me llevara”, de repente se le apareció un fantasma en forma de calavera con una bata negra y le dijo: “Me llamaste”, entonces el leñador un poco contrariado y asustado expreso: “!Eh, No, quise decir si me puedes dar una ayuda para cortar el árbol”. El hombre dio un giro de ciento ochenta grados en un segundo. Porque la verdad es mala de ver y otra frase dice: “No es lo mismo llamar a S…, que verlo venir”.

A lo mejor lo ideal sería que tuviésemos el temple y la compostura para que podamos asumir la muerte como vemos el nacimiento de un hijo nuestro, o una graduación o unas bodas o cualquier otro hecho, pero el problema es que cuando partimos de esta tierra, nos vamos tristes y dejamos a nuestros familiares y amigos tristes también porque ya no se podrá oír mas esa voz, no se podrá compartir. A veces nos parece que el que se va es un desdichado y el que se queda está libre de pasar por este trance y en esto el señor es democrático y no es egoísta, no castiga de forma discriminada, ¡No! ¡La muerte es para todos!.

El gran escritor español Francisco de Quevedo, dijo sobre la brevedad de la vida lo siguiente: “Ayer se fue, mañana no ha llegado, hoy se está yendo sin parar un punto. Soy un fue y un será y un es cansado”. Efectivamente la vida se nos va cada momento que tenemos en el presente, hasta que llegue aquel día en el que ya exánimes digamos aquellas frases memorables que se encuentran en algunas necrópolis como esta en latín: “Hodie Mihi Cras Tibi” que significa “Hoy a mí, mañana a ti”, o como esta que está dirigido a un personaje curioso que se detiene a leer en una lápida un escrito que dice: ”¿Qué miras? ¡Aquí estoy!, yo era lo que tú eres y tu serás lo que yo soy”




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Posted on 8:47:00 p. m. by Unknown and filed under | 0 Comments »

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