Cortando Con Hacha En Las Alturas
Al Filo De Una Desgracia
Este árbol que por muchas décadas dio el saludo y la despedida a quienes llegaban y se marchaban de Fantino por su zona Este, fue mutilado por el tiempo; cayeron sus hojas, se marchó la clorofila y la mano del hombre aceleró el procedo para desaparecerlo finalmente.
Hombres subidos en sus hombros, sin ningún otro sostén que no fuera el de sus pies, mientras sus hábiles manos bajaban la afilada hacha en las alturas.
Sin dudas, es una de las tareas más peligrosas que he visto en los últimos tiempos.
0 comentarios:
Publicar un comentario