Patas de Gallina
Cuando a una mujer le dicen que tiene ¨patas de gallina¨, en seguida va al espejo a comprobar que eso no es verdad.
Pero no crean ustedes que se refiere a estas patas de gallina, que lleva el señor, vendiendo por las calles.
A propósito de vender gallinas, con este sistema, donde los pollos van guindando en el hombro y recorriendo calle por calle.
No sabemos si este es el peor trabajo que pueda haber, solamente imagínense la presión que hacen esas patas encima de la clavícula y los pollos gritando cada vez que pisa.
Estos pollos no se imaginan que ese es su último tour por la ciudad; a la cual ven con la cabeza hacia abajo.
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