Doña Reyna Gana 2do. Evento BHD León
¨Mujeres que cambian el mundo¨
Dice: "El mal se combate con el bien".
Santo Domingo.- La necesidad de combatir la ignorancia que provocaba que las madres no bañaran a sus hijos cuando tenían gripe hizo que, en 1983 y con 17 años de edad, Isabel Evangelista iniciara un proceso de orientación familiar para concienciar a las madres de Comedero Abajo, un pueblito de la provincia Sánchez Ramírez.
Esta iniciativa logró que, de la mano de la Iglesia católica, ella fuera escogida para capacitarse en Santiago, a través de los programas de salud preventiva ofrecidos por el Centro de Educación para la Salud Integral, conocido como Misión ILAC.
“Cuando yo veía los niños sucios, descalzos, sin peinar, sentía la necesidad de que, aunque sea los domingos, estuvieran bañaditos, y pensé: hay que buscar una estrategia para que las madres cuiden mejor a los niños, esa fue mi motivación”, evoca Isabel Evangelista de Marte, conocida como Reyna en su comunidad.
La Misión ILAC le enseñó cómo hablar a la gente sobre la necesidad de bañarse, aún cuando se tenga gripe o fiebre; de la importancia de no tomar agua contaminada, aunque sea de lluvia, orientar a las madres del beneficio de la lactancia materna y de vacunar a sus niños para evitar las enfermedades prevalentes en menores de cinco años, entre otras cosas.
También orienta a las familias sobre el manejo del agua y la preservación del medio ambiente, ofreciendo talleres a los munícipes sobre la importancia de utilizar plásticos lo menos posible y recoger los desechos para evitar se propague el mosquito que provoca el dengue y otras enfermedades.
Recuerda que cuando tenía que salir de su pueblo hasta Santiago para capacitarse recibió ayuda de la Iglesia, de la comunidad, de la institución capacitadora y en ocasiones se iba en “bola” con cualquier persona que apareciera en el camino. “Si alguien me llevaba yo iba contenta, porque siempre pensaba: hay que salir, porque Dios provee; así que fueron muchas las personas que me ayudaron a crecer, porque nadie crece solo”, dice.
Enfermera empírica
Entre risas, Reina advierte que no es médico ni enfermera, pero que conoce de “muchas cosas”, porque lleva años capacitándose y trabajando con la gente.
Explica que trabajó durante varios meses educando a la gente en el área de salud a través de la prevención; en el uso adecuado del manejo de los medicamentos y el tratamiento de enfermedades que se pueden tratar en el hogar.
“Nosotros sabemos quienes están enfermos en la comunidad, así que nos acercamos, identificamos el problema y realizamos las diligencias necesarias para llevarlos a los operativos que hace la Misión ILAC.
Aquí se han hecho gratis hasta cirugías de corazón abierto y de la vista, gracias a la Misión ILAC”, informa Reina. Se lamenta de que puedan confundirla con una política, porque la gente acude a ella de día o de noche para resolver cualquier situación de salud o de otra índole; pero añade que su satisfacción es ver que las personas cambian la vida, al resolverles la situación que les aqueja.
Cambió la comunidad
Esta entrega de Reina para ayudar con orientación y algo más a los necesitados de Comedero Abajo, una comunidad con cerca de mil habitantes en 460 familias, ha dejado su fruto en los 31 años de esfuerzo y trabajo.
Hoy, 50 promotoras dan continuidad a los programas creados por la iniciativa de Reyna y la gente de Comedero Abajo tiene mejor condición de salud, a través del desarrollo de programas de atención médica y sanidad; mediante los cuales se ha beneficiado a más de 700 campesinos y más de 200 hogares al año.
La trayectoria de esta heroína anónima fue tomada en cuenta para ser valorada, junto a otras tantas mujeres que trabajan por los demás, logrando obtener el segundo lugar del premio “Mujeres que cambian el mundo” del Banco BHD León.
El premio incorpora áreas de trabajo como Acción Social, Arte y Cultura, Educación, Emprendimiento, Gestión Pública, Investigación Científica, Medio ambiente y Salud, entre otras.
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